Arquitectura que se Siente: Aprendiendo de Mies y Gaudí

Comparar a Mies van der Rohe y a Gaudí me hace ver que son súper diferentes, pero los dos enseñan cosas importantes sobre cómo sentimos un espacio. Mies busca que todo sea simple, ordenado y funcional; sus espacios se sienten claros y con propósito. Gaudí, en cambio, hace cosas más orgánicas y creativas; sus edificios parecen crecer solos y cada detalle tiene sentido, conectando con la naturaleza, la cultura y con el cuerpo de quien lo usa.

Lo que más me impresiona de Mies es cómo algo tan simple se ve tan poderoso. El Pabellón Alemán de Barcelona, por ejemplo, permite moverse libremente y usar materiales como vidrio, mármol y agua para crear juegos de luz. Esto me hizo entender que la simplicidad necesita cuidado y decisiones pensadas para que funcione y se sienta viva.

Gaudí, por otro lado, me hace sentir otra cosa. Observaba cómo nos movemos y nos sentamos para que los espacios y muebles fueran cómodos, y combinaba materiales de manera creativa para generar experiencias únicas. Esto me enseñó que la arquitectura no tiene que ser solo funcional, sino que también puede provocar emociones y conectar con quien la habita.

Al final, los dos son súper valiosos. Mies nos enseña orden, claridad y eficiencia, y Gaudí nos recuerda la importancia de la creatividad y la emoción. Aprender de ambos me hace ver que un buen espacio puede ser lógico y poético al mismo tiempo, funcional y emocionante.